Café Fosc abrió hace poco más de un año. Antes, Fabiola y Eva, las dos socias, trabajaban allí mismo, lo que era la cafetería de su amiga Laura. Cuando ella decidió tomar nuevos rumbos, no tardaron mucho en darse cuenta que tenían y querían que seguir trabajando juntas. A las dos les encanta comer rico, beber buen café y ahora aman su negocio propio,
¿Por qué os decantastéis por el café de especialidad?
Por encima de todas las cosas, valoramos los productos hechos con el mayor grado de craft posible. Que cuenten una historia, que podamos conocer sus pasos de principio a fin. Y el café de especialidad es fascinante en cuanto a eso. Desde las variedades, los productores, los tostadores, las maneras de prepararlo hasta dar con la taza de café ideal o la que cliente se bebe a gustito. Nos enorgullece pertenecer a una comunidad que le pone tanto cuidado y pasión a su producto.
¿Qué os llevó a elegir una Marzocco?
Ya conocíamos la marca de trabajar con ella y no dudamos en seguir por la calidad que garantiza.
¿Qué modelo de máquina tenéis ¿Y por qué esa elección?
Una Línea PB de dos grupos, ¡un clásico!
¿Cómo habéis vivido la situación del Covid? ¿Y el cierre debido a ésta?
Personalmente, con up and downs como todos. Encerradas, pero incluso disfrutando bajar un poco el ritmo acelerado al que estábamos acostumbradas. Sin olvidar, por supuesto, que estábamos atravesando una crisis sanitaria global.
A nivel trabajo, muchísima incertidumbre de cómo y cuándo sería la vuelta. Buscando ayudas, diagramando nuevas dinámicas posibles. Atentas a cómo adaptarnos a este new and weird normal para poder mantener la cafetería a flote.
¿Qué medidas estás tomando ahora a la vuelta?
Además de las medidas de seguridad que respetamos al máximo, vamos muy poco a poco. Creemos que es muy pronto para ser optimistas o pesimistas y vemos qué funciona semana tras semana. Tratamos de mantener el cerebro flexible por si es necesario cambiar horarios de apertura, productos o dinámicas. Desanimarnos lo justo y necesario por si algún día va muy mal, entendiendo que eso también es parte de esta nueva normalidad. ¡Trabajando muchas horas! Hemos empezado a abrir también algunas tardes para la hora del aperitivo, sirviendo copas de vino en vez de cafés con leche y algún que otro cold brew para las más intrépidas.
¿Cómo ha reaccionado la clientela a la reapertura?
¡Han reaccionado super bien! Estamos muy contentas y agradecidas de contar con nuestros clientes, tanto regulares como personas que no nos conocían han sido super receptivas con nuestra vuelta al ruedo. La incertidumbre todavía está presente pero también nos hemos dado cuenta de que las personas que han podido seguir generando ingresos durante el confinamiento, quieren (más que nunca) apoyar proyectos locales. Y eso es, sin duda, una de las cosas que más valoramos en este momento: saber que el sentimiento de comunidad está más fuerte que nunca.
