La aventura comenzó en octubre de 2018 con la ilusión de arrancar un proyecto propio. Después de muchos años en la cocina, a Rafa Panatieri y Jorge Sastre les apetecía hacer algo diferente y la idea de plasmar todos sus conocimientos, gustos y modos de trabajar en una pizza les pareció que encajaría muy bien en la oferta gastronómica de Barcelona.
¿Por qué os decantásteis por el café de especialidad?
Tenemos una obsesión con la búsqueda de producto local de calidad. A nuestro entender, sin un buen producto el resultado que obtienes no es el óptimo. Por eso cuidamos mucho qué productos tenemos en nuestra pizzería. Nuestro café actual es procedente de Honduras, pero torrefactado aquí. Nos parece una parte muy importante de la comida, ya que es lo último que el cliente consume antes de irse, y el recuerdo que deje ha de ser muy bueno.
¿Por qué La Marzocco? ¿Qué modelo de máquina tenéis? ¿Y por qué esa elección?
Un café de calidad necesita una cafetera de calidad y La Marzocco ofrece lo que necesitamos. Nuestra elección fue la mini. Necesitábamos una cafetera pequeña pero efectiva y ésta encajaba perfectamente.
¿Cómo habéis vivido la situación del COVID? ¿Y el cierre debido a ésta?
Esta situación ha pillado por sorpresa a casi todo el mundo. No imaginábamos que fuéramos a cerrar durante tanto tiempo así que nos lo tomamos con tranquilidad y pensando en cambios y aspectos que mejorar para la vuelta. Por otro lado, nos ha dado tiempo a disfrutar de más tiempo con nuestras familias y quizá valorar cosas que antes no valorábamos tanto.
¿Qué medidas estais tomando ahora a la vuelta?
Intentamos ser fieles a todas las exigencias que piden desde sanidad. La forma de trabajar ha cambiado un poco, pero creemos que entre todos tenemos intentar reducir al máximo las probabilidades de transmitir el virus y que de esta manera no vuelva a repetirse esta situación de nuevo.
¿Cómo ha reaccionado la clientela a la reapertura? Notáis miedo, incertidumbre, etc en la gente?
La gente tenía muchas ganas de volver a salir a comer a un restaurante. Es cierto que se nota cierto respeto todavía al virus y la mayoría de gente responde muy bien a las medidas que tomamos y que pedimos que tomen ellos también antes de entrar a nuestro local.